Como olvidar aquellas tardes de sol,
tardes de chiquilladas…
allá en los veranos de mi niñez.
Como olvidar los momentos infinitos de sana diversión,
cuando andábamos campechanos …
correteándole a un balón.
Como olvidar a los amigos de mi infancia…
a Goyo, a Fausto, a Mario y a Paúl.
Como no recordar aquellos instantes de felicidad…
cuando la risa era tan usual…
y una carcajada algo común…
rebosando de sinceridad;
y cuando nos disfrazábamos de Súper héroes…
intentando asombrar a las muchachas del lugar;
y cuando le cantábamos a la luna…
con un coro de voces destempladas…
estridentes…intentando armonizar,
tarareando alguna canción…
con la vieja guitarra de papa.
Como olvidar los primeros serenos…
a la chica guapa de la vecindad,
y los berrinches exaltados de su mal humorado progenitor.
Como olvidar las excursiones a la montaña más cercana…
por senderos desconocidos…mágicos…cubiertos de vegetación…
que nos llevaban sin rumbo hasta el edén,
allá donde nacía un claro manantial,
donde nos bañábamos desnudos…
sin ningún pudor.
Como olvidar las calles de mi pueblo…
estrechas y ajustadas…pobladas de humanos todo el día,
y por la noche…desoladas, lúgubres y a media luz,
alumbradas por farolas entumecidas…
que coloreaban el contexto de nostalgia.
Como olvidar a mi perro…fiel…
compañero inseparable de mi insensatez,
camarada de mis travesuras,
que gustaba de mojarse debajo de la tempestad…
eso lo hacía feliz.
Como olvidar aquellos episodios añorados de mi vida…
que no volverán…
que hoy solo son hermosos recuerdos y nada más.
Como olvidar a la cortesana de la esquina…
de exuberante expresión…con cuerpo de seducción,
que regaba por el pueblo…su penetrante aroma de dama,
que cuando pasaba…
atraía todas las miradas del lugar.
Como olvidar a Malena…
si fue la diosa de la perfección,
la Afrodita que sedujo mi inocencia,
con su boca de tentación…
con su dulce caminar…
y sus caderas de perversión.
Como olvidarla…si Malena era la hermosura hecha mujer,
como olvidarla…si fue mi primer amor.