Tu boca provoca mi boca
¡Ah… con esos labios sensuales!,
como los frescos manantiales
derramándose por la roca.
Y mirarlos mi alma trastoca
con bellos colores frutales,
tu boca provoca mi boca
¡Ah… con esos labios sensuales!
Mi piel con calor se sofoca
con los deseos que a raudales
vuelan a espacios siderales;
y, como mis labios, aloca…
¡Tu boca provoca mi boca!