A la vida hemos venido
a iluminar nuestro ser
con la claridad de ver
de las cosas el sentido;
rescatar de lo perdido
el deseo del poder
para amar, para querer
al hermano en el olvido;
desligarlo del apego
a las cosas más banales
y, a través, de ayuno y ruego
buscar los espirituales;
alcanzado el desapego
crear lazos fraternales...