Volver a verte, o quizás verte volver…
Aquella cuestión se abraza a mi insomnio
En las noches de invierno soñando tu querer
No es solo volver, si no matar el desinterés
Fruto de la indiferencia, enraizada a la necedad
Las puertas siguen abiertas
Con la esperanza de verte llegar
Yo sé que no era intencional
Hacerme llorar y materializarlo en estos versos
Solo sé que me enamoré
Ahora nuestros sueños quedan dispersos
Habían tantas cosas en ti
Que podía imaginar una vida a tu lado
Aquellos ojos son esa hermosa manera
De cuanto llegué a quererte
Y son el perfecto motivo para recordarte, y decir:
Ya sé que no estás aquí
Nos volvimos un recuerdo grato del universo
De aquello que hoy dice “adiós”
Los ojos del firmamento, son testigos
Del gran amor que sentí por ti
Mi corazón insiste en no alejarme
Y recordar que te amo a ti
Las letras del poeta risueño, ansían llegar
Y abrazar tu alma, sin dejarla huir
He pasado muchas vidas buscándote
Que no me rendiré tan fácil
Has valido a cada instante
Que el arte de tu sonrisa me impide correr
Es imposible no caer, ante esos labios tan tiernos
Ante el encanto de su mirada
A la hermosura de su voz
Agradezco a la vida por la belleza de su corazón
Encuentro adorable cada caricia dada
Cada defecto, cada marca ¡cada cicatriz!
Somos de quien nos ama, de quien nos protege
Sin importar cada herida o rasguño de la vida
Pertenecemos a quien ama todo de nosotros
De quien no cambiaría ni un solo centímetro
Y que a pesar de errores y tropiezos
Quiere enraizarse y morar
La poesía eres tú
Y el hermoso misterio de tu forma de amar
Te has vuelto lo que un día llegué a soñar
Y todo lo que aún no te dejo de pensar…
Vamos a enamorarnos bien
Como dicen que pasa en los libros
Con palabras rudas o cursis
Con las cartas o los cafés
A nuestro tiempo, pero vamos a enamorarnos bien
¿Sabes cómo entenderías todo?
Si tan sólo te vieras como te veo yo
Si dejaras de escuchar afuera
Y escuches la voz de tu corazón.
Yo sé que no estaré solo
Cuento con el abrazo del ser celestial
Sabes donde buscarme y a qué hora llegar
Recibe estos versos, dedicados a tu inmensa bondad.
A cada respiro mi alma grita tu nombre
Sin hallar respuesta alguna
Ante la cuestión que me atormenta
Entre si vas a volver o te has ido para siempre…