Hace dieciséis años,
con grandes sueños
coincidimos en ideales
proteger los humedales,
especies de flora y fauna;
las costumbres y sus aguas.
Abrazamos la amistad,
experiencias y humildad
entre risas y desvelos,
estudiando con anhelo
el cuidado ambiental.
Centroamérica ganó
un montón de hermanos,
la lucha para concienciar
a todo ciudadano,
proteger y conservar
nuestro mundo, de nuestros
comportamientos inhumanos.
Hace tiempo no nos vemos
pero la ilusión sigue latente,
el cuidado del planeta es permanente,
cada uno, desde su sitio hace lo suyo
un día cantaremos con orgullo,
el mismo himno de hermanos
que diga ¡triunfamos!
©Mirna Carranza Archila