Mauro Enrique Lopez Z.

Con ternura te doy el divorcio

Con mucha ternura te doy el divorcio,

y no te preocupes por nuestros hijos, 

ellos no parecerán del pan en la mesa, 

porque lo tendrá a diario, y si quiere

 regresar a casa, con mucho amor 

te recibo; o démonos un tiempo para 

espezar de nuevo, porque mi amor 

aún vive en mí, por ti, y mis hijos no 

quiero que sufran, porque a ellos 

también los amo con locura; y cuídalos 

mucho son frutos de nuestro amor 

tan bonito , que tú por celos lo quiere 

deshacer; yo no quiero porque aún los amo.