Mauro Enrique Lopez Z.

Preciosa

Tú eres de presiosa, igual que las

rosas de mi jardín, y por eso te cuido

con mucho amor; hasta te riego 

con dulces pensamientos que en mí tengo, hasta mi corazón está felíz, 

de tenerte en mi casita sencilla, 

que adorna mi jardín con dulzura mujer.