Me fui a navegar, pero pensaba
que te iba a extrañar, y llevar esa pena
porque te fuiste de mi lado; lo bonito
fué que en mi trabajo, ni pensaba
ni estabas en mis pensamientos;
hasta por las noches dormía
plácidamente, no tuviste en mis
sueños. Que grandioso es Dios, al regresar
a casa no estabas. Que linda es mi vida, hoy espero no regreses, porque siempre vienes
arrepentida a que te perdone, y quiero
que, esta vez sea para siempre; buena
suerte porque yo estoy felíz sin ti,
y de extrañar tu presencia, ni para
escribirte versos de pena.