Las Mujeres tienen algo que ni siquiera ellas podrían explicar: su cuerpo está a veces envuelto en poemas imaginarios, recitados por un poeta imaginario, dedicados por una fantasía imaginaria; quizá inspirado en un mundo imaginario.
Por eso, una Mujer es un ser imaginario en la que yo deseo perderme imaginariamente en su mundo; combinarlo con el mío, y así, en mis rimas imaginarias, dedicarle una canción imaginaria para descubrir en ella un amor mío no tan imaginario.