Amo estas tetas caídas.
Universo de río seco
estira la piel suelta
libre de crema
aclarante, tonificante,
homogeneizante.
Dos pliegues esconden
el aroma exudado
míseras emociones.
Amo el gran surco
el enorme cañón
que ahora es chato.
Amo estas tetas caídas
más que las verdades eternas,
las amo observar mis pies
cubiertos de raíces desatadas
las amo custodiar mi ombligo
en tardes con destino de nada
en noches hechas sin flashes
en mañanas de espejo.
Cóncavo respiro de silencio
lejos
del escote,
de la leche,
del comezón turgente,
amo estas tetas caídas.