En esa espiral que llamamos tiempo
quedaste tan lejano y mudo
como siempre habías vivido
quedaste tan solo
atrapado en algún retrato
rodeando de desconocidos para mi
un mundo donde amaste
y con suerte también te amaron
En esa espiral que nos separa
has quedado rezagado
pero de presentas de repente
acabado, enfermo y terco
como si desearas ser acicalado
como la roca erosionada
que el sol ardiente
la lluvia y el viento
convierte luego en polvo
Evoco ese tiempo
lo que pudo ser y no fue
el tiempo del rechazo y humillación
el tiempo que tu apatía alargó
dejando por rastro hiel y espinas
Pero llegas
con tu imagen descolorida, difusa
como clamnado trazos fuertes
para que pudiera yo sentarme en tus rodilas
como si estuvieras dispuesto
a prodigarme tus cuidados y atenciones
como si regresaras a mi porque
tu también tuvieras un vacío parecido
Como si el mismo Dios te hubiera
sacado al Inframundo
y esperaras de mi solo una pregunta:
¿Quieres ser mi papá?