Ubicuidad
Por Elizabeth A. Castillo Martínez
Enero 10,2022
No me extrañes,
No sufras si la luz de mis ojos
No se refleja en los tuyos,
Si al despertar no puedes tocarme…
Créeme que no es así,
en donde quiera que estés,
observa tu rededor,
sabrás que estoy allí,
Siente el roce del viento como mi abrazo
Escucha el susurro de los árboles
que confiesan mis delirios por ti,
Contempla el movimiento perene de sus hojas,
Imitan movimientos en el acto sublime de amor.
Disfruta el bello trino de las aves
como si fuera mi canción,
Siente la brisa de la cascada que toca tu rostro
imagina mis manos acariciándote.
¿Puedes ver las estrellas del cielo?
Titilan con la luz de mis ojos,
Y la luna, nuestra gran celestina
te envuelve con su luz, mi luz.
Encuéntrame en tu sombra,
mi silueta estará pegadita a la tuya
y por siempre te estaré abrazando.
Disfruta las gotas de la lluvia,
Deja que mojen tu cuerpo en suaves caricias
Y cuando llegue la tormenta…
Por favor no temas,
Imagina el clímax de una eterna noche de amor.
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