Raul Gonzaga

Ya vuelve a ser para mí

En el silencio en que bogo
sobre nostalgia de amor,
inmenso mar de obsesión,
de fatuos sueños ya rotos;

aquella luz de tus ojos,
tibios rayitos de sol,
la dulzura que dejó
ese bermejo tesoro;

son los únicos sustentos
que me ayudan a seguir
por este inmenso desierto;

hoy sería un hombre feliz,
si al escuchar mis lamentos
me dieras, por fin, el sí...