Cuando oigas decir “te quiero”,
pega a mi pecho tu oído;
con tal tu sepas yo tengo
por ti “perdío” el “sentío”.
Ahí lo llevo grabado
entre acordes de latidos;
con cadencia ida en aumento
y en gran progresión el ritmo;
con una rima asonante
en un romance de libro;
en la portada:“ Te Quiero”
y en cada hoja lo mismo.
Por mi boca declamado,
y mi corazón henchido,
este romance: “Te Quiero”
musite eterno en tu oído.
Rafael Huertes Lacalle