Sabiendo que estás, no tengo que buscar;
eres la paz que siempre llevo dentro
pues, de satisfacción pleno me encuentro,
liberando la facultad de crear
todas las sutilezas de este cantar
que, en mi existencia, ya ocupan el centro,
donde todas las ideas concentro
para que algo se puedan preservar.
Querer es mucho mejor que una pasión,
que solo es el delirio de un momento;
una muda, sorda y ciega obcecación;
una explosión que viaja con el viento;
mientras, el dulce adorar con ilusión,
alimenta esta armonía que yo siento.