Su beso que se vuelve poesía
es verso de placer que luz desgrana;
lo mismo que canario en la mañana
con trino de preciosa melodía.
Es cántaro de amor y de armonía
su cuerpo de blancura tan lozana;
y tiene el resplandor de la genciana
con pétalos cubiertos de ambrosía.
Aliento perfumado de su boca
de rosas tiene efluvio delirante;
su arrullo con ternura el alma toca,
con flama del deseo desbordante;
y llena de lascivia se desboca
igual que la vestal alucinante.
Autor: Aníbal Rodríguez.