¡Peligro! ¡Peligro!
Me dicen los instintos que gobiernan mi barco,
en todos los mares que he navegado.
¡Peligro a la vista!
Me alerta desde el mástil con su catalejo
el guardián pirata
con su pata coja y el ojo tapado.
¡Amor a la vista!
Grita a pulmón abierto el corazón que llevo
en medio del pecho,
latiendo enamorado,
sin miedo a las furias del mar traicionero,
que ataca la barca con toda su fuerza,
y tumba del mástil al guardián pirata,
con su catalejo, con su pata coja,
y el ojo tapado,
feliz de sentir más allá de los tiempos
que tu alma y la mía ya se han encontrado…
Frank Calle (10/ ene/ 2022)