Dios, agradezco esta vida
que me dejaste vivir,
el cómo pude sentir
a mi alma comprometida
a una entrega sin medida,
a tus pasos, yo seguir,
y por todos redimir-
me y hallar una salida;
una renuncia consciente
a los bienes terrenales,
y limpiar constantemente
nuestros impulsos carnales:
amar auténticamente:
lograr nuestros ideales...