\"Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas\".
MARIO BENEDETTI
No hacen falta intermediarios ni lamentos
para tocar y acariciar con nuestras manos
los sueños rotos, ya perdidos, ya lejanos,
y hacerlos libres como libre vuela el viento.
No hacen falta mensajeros del ensueño
que nos rescaten los anhelos cotidianos
porque los sueños incumplidos no son vanos,
tan sólo son impulso diario del empeño.
Somos vida con un fin que es trascendente…
somos luz para ser brillo que contagia…
¡son los sueños con la vida, convergentes!
Pero el beso que delicias nos presagia,
y que vuela hacia otros labios, disidente,
es un sueño que, aunque oscuro, tiene magia.