A quién le puede importar/
morir estrangulado, osa menor/
polo divergente de cuerpo estragado,
rosa del absoluto porvenir sin llaga.
Los lados del abismo son: cuerpo
y su peso. La atmósfera que los habilita,
es, lógicamente, superflua.
Memoricé la latitud de una mirada/
el horizonte reverbera aún de cansancio.
Como en un puño guardé mis anomalías:
las más francas y las menos. Pues bien,
conferí un poder tiránico a lo que decía.
Como en un vegetal pervivo, me nutro
y surjo de nuevo/ ave fénix que ha rodado
por las escalinatas del infierno.
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