Sigo escuchando
el rumor del silencio
y el cantar de aquel gallo
que vive prisionero
en una jaula
Canta con tristeza,
quizás añorando su libertad
que se le negó desde que nació
y se le confinó a su cárcel
Un buen día saldrá de ella
le recortarán algunas plumas
y lo atarán de una pata
a un pequeño poste en un patio
Lo entrenarán por varios días
para que se ponga en forma
y aprenda a matar sus enemigos
en una pelea donde no hay ventajas
¡se le afilaran las espuelas!
¡sus armas en la pelea!
Y al llegar el momento
se enfrentará en un ruedo
a un enemigo nunca visto,
en igualdad de condiciones
Y tiene dos alternativas...
sale huyendo despavorido
o enfrenta la muerte
con coraje y valentía
En el primero de los casos
¡sele dará muerte por cobarde!...
y en la segunda...
Si gana y queda inútil,
conseguirá la libertad,
para morir en un patio
donde por lástima
se le dará agua y comida
hasta el día de su muerte.
¡Triste destino verdad!...