La fuerza cae en desgracia
después que va viento en popa
como el corcel que galopa
mostrando toda su audacia.
Con frenos de burocracia
y la sustancia falopa
la fuerza cae en desgracia
después que va viento en popa.
Si la conciencia es reacia
tarde o temprano la arropa
la sustancia que la dopa
y por terca contumacia…
¡La fuerza cae en desgracia!