No hay momento que no cierre los ojos y no te vea, en todo momento siento tu presencia y ya mi pensamiento me juega malas pasadas.
Esta noche te vi en mis sueños de nuevo y me mirabas con desprecio y a tu alrededor personas oscuras que te alentaba a cometer errores.
Te vi en un pedestal de cristal, que ojalá nunca se llegue a quebrar y Yo estaba de nuevo arrastrándome ante ti, buscando tu perdón al fin.
Seguías fría e indolente, por mi corazón expuesto ante ti y de ti salía una risa burlona, me señalabas y te veías feliz por mi desgracia.
Me despierto de nuevo sobresaltado, sudando y con el corazón agitado y añorando los sueños de amor y pasión, que me llenaban de ilusión.
Quería que regresaran esos pensamientos de tranquilidad al lado de mi amada y ya sé que eso es imposible, pero pronto llegara él descalzó anhelado.
Ojalá este tormento se acabe pronto, que ya al llegar la noche duerma sin parar y me abrace un sueño eterno donde pueda descansar hasta el final.
La suerte y la tranquilidad me han abandonado ya llegará el remedio que me ayude a pasar a una nueva etapa que me deje en paz en cuerpo y alma.
G3