Tan efímero es el encuentro entre el sol y la luna.
Más sin embargo es inconmensurable la sensación
de un sentimiento inefable entre los dos.
La luz y el calor del sol, en un encuentro con la oscuridad y frialdad
de la luna. Creando un efímero fenómeno astronómico, que para
algunos es inefable y para otros la nostalgia inexplicable.