santos castro checa

BESOS SIN CHANEL

𝘉𝘌𝘚𝘖𝘚 𝘚𝘐𝘕 𝘊𝘏𝘈𝘕𝘌𝘓

¡Tiembla la barra! ¡Quédate, con tus whiskis

y habanos, obrero de algún lugar!

Ya no temas de las risas y las prisas la cercenación;

al final, juicio entre cenizas, copas locas en la exhumación…

¡Ea! ¡Corran y corran los del bar y la farándula y tropiezen

 los todos, los sin nada, los de la cerveza y el café que llora!

 ¡oh! Si el andar es un tropiezo el futuro miente entre tropiezos

¡Cántame, musa, tus tristes tristezas!

Ahora sueñen, ¡sueñen los suspiros, al bikini que guardó la playa

¡ay, el pubis explayaba, bella y descarada! ¡La ninfa descuidada!

Ora, allá, marioneta en un negro escaparate,

¡negro escaparate con cien balas y

un revolver que aún tiembla en la humareda!

El Smith y Wesson, entre ceja y ceja, todos tiemblan, se cierran las rejas...

¡Como ríen los rebeldes ahogando al pensamiento,

fiera la mirada, apretado puño, frente dislocada,

con los pies partidos, la palabra en frío,

¡herida la palabra y los pies partidos!

 ¡oh, necio, no esquives la mirada, no esquives la mirada,

no hay muerto que sortee al postrer llanto, el cruel suplicio!

Hoy, donde el camino ensancha, el corazón se inflama,

¡vamos, vamos, inmarcesible sueño, la muerte acecha con su dardo negro!

 Y, ¿adónde iremos con la cruz a cuesta, hijos del miedo y la desdicha?

Este madero frío harto del martillo y aserradero, ¡ah, Señor Cristo,

las costillas se han ahumado de impaciencia,

esta voz, sin juicio, pende obscena, descalabrada,

y el verdugo le sonríe, ¡vuelan las mariposas de los órganos callados!

Entonces, los deseo palpo, palmo a palmo, ¡qué desastre!

Los crispados puños claman la desdichada paga,

el usufructo extraviado, la razón del peón que cultivó una flor,

¡oh, Señor, el fusil cargado acalló la revolución!

Y, en el panteón, los huesos sin chanel,

se cuentan sus secretos sin parar…

Santos Castro Checa