Freddy Kalvo

Delirios de grandeza

Los delirios de grandeza

entorpecen la mirada,

la mirada, que cegada,

entorpece la cabeza.

Esto no tiene rareza

ni tampoco novedades

si la historia y sus verdades

desnudando van los egos

de los muchos, muchos ciegos,

con todas sus vanidades.

 

El poder les da la gloria

y el ego se les ufana

al fulano y la fulana

con soberbia que es notoria.

Sienten ellos vanagloria,

cual sustancia nutritiva

que volviéndose adictiva

les aflora la inconsciencia

con marcada prepotencia

y con la palabra altiva.

 

Ven de menos al hermano

por creerse superiores;

más, le abundan los temores,

cuando les llega el verano.

Nada queda tan lejano

aunque se mire distante

todo cambia en un instante

porque, si nada es eterno,

cada quien tendrá su averno

como fruto resultante.