Escapar; dar ese respiro en la superficie, liberar y ser liberado de todo lo que pesa.
Sentir que por un momento, nada importa más que el silencio más sonoro que exista, la calma que cuesta encontrar.
Aprendí a escaparme después de tanto tiempo, sin ayuda de nadie; y a disfrutar mi soledad en el proceso.
Aún así, disfruto buscarte en ellas, gozar mi plenitud y transmitírtela.
Siempre supiste interpretar y pasar mis tormentas, y con ellas luego las calmas de marea...