Un amigo que te sonríe,
unas palabras en las penas,
un corazón que se abre
a desatar duras cadenas.
Un sentimiento de felicidad
una mirada un “te quiero”,
una corazón que se agita
al ver el amigo hablar.
La vida queda completa
de palabras, de momentos,
y crees que las encuentras
en un corazón abierto.
Los proyectos que aún quedan
pendientes de los que fueron,
una lágrima que enjuga
al más bello recuerdo.
Llegar algún día a viejos
y el recuerdo será sonrisa,
porque el amor del amigo es vivirlo
sonreír, danzar y sentirlo.
Tantas cosas bonitas
no han de acabarse jamás,
porque en la cercanía del alma
o la distancia del cuerpo,
solo recibes lo que das.