Me condenas a mirarte desde lejos
la cercanía es la terrible asfixia
de no tenerte.
El calor en la soledad es un frío intolerante
Y el frío, el frío sigue siendo la ausencia de tu abrigo.
Oh amor, te marchaste cuando las rosas florecen en mi mente,
ahora en primavera abunda el amor
y en mi cabeza es invierno.
Tú sabes que en el fondo me amaste,
que en el fondo yo sentía
que no te merecía.
Oh amor, siempre te he merecido, desde que la luz cegó mis ojos y me dio la bienvenida a la realidad.
Oh amor, si tan solo escucharas el piano que en mi corazón llora,
tal vez, harías de mi tristeza el soul más alegre.
Oh amor, mis días sucumben, y yo peregrine al desierto,con suerte, te veré en un espejismo,
con suerte, te besaré con la realidad de mi añoranza.
hasta entonces, me toca sucumbir lentamente sobre aquella balsa que flota sobre un mar de lágrimas.