Un ramillete
de rosas y claveles
sobre la mesa.
Cerca unos libros
descansan apilados,
algo impacientes.
Tienen sus letras
migajas de otras rosas
y ciertos besos.
Rosas perdidas,
un día rescatadas
por un poeta.
Besos robados
en medio de la tarde
por el silencio.
Por eso buscas
candor, en esta escena,
tan pintoresca.
Candor y amor
envueltos en ternura
hay en el ramo.
Una sonrisa
se escapa de los labios
con impaciencia.
Y las pupilas
se llenan de ternura
con esos versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/21