Te pre extraño.
Aún no he entrado por las sagradas puertas de tus manos.
Tu nombre, custodia de la terquedad fría del silencio.
No he visto tu rostro, a pesar que allí nacen mis días.
Tampoco he acariciado tu cabello, delta de los aromas que percibo.
Jamás he palpado tu piel, ámbito de poesía.
Tu tacto desconocido envía estaciones en llamas.
En tu cintura anónima se estrella diariamente mi sol.
Desde ya, te pre extraño.
LRL
16-1-2022