Duele el amarte de lejos
teniéndote aún tan cerca,
que cada que veo menos
mis ojos dicen: “despierta”.
Y veo mi reflejo en el espejo;
pero no me dejo,
porque duele amarte de lejos.
Tengo que admitirlo pues
que así habré de aprender,
a amarte de lejos también
así sin más, ni poderte ver.
Tú tan allá, bien, bien allá,
yo viéndote a ti tranquila.
Tú hasta acá, tan, tan acá,
yo admirando tu sonrisa.
Y veo mi reflejo en el espejo;
pero no me dejo,
porque duele amarte de lejos.
Sin ti solo hay una diferencia;
que duele pero daré la pelea,
recuperarte con más paciencia;
esa habrá de ser la mejor idea.
No daré un suspiro más;
me lo juro y lo prometo,
lo nuestro ya luego será
en algún otro momento.
Y ahora que sé que el amor
es el amor y que tú eres libre;
tal vez ahora venza el temor,
me dé la vuelta y pueda irme.
Y veo mi reflejo en el espejo;
pero no me dejo,
porque duele amarte de lejos.