Jamás devuelves limpia el agua que recibes;
va en ella la suciedad que no quieres cargar.
Al igual pasa con la verdad,
que se observa pura y se devuelve corrupta;
parcializada; insuficiente; tendenciosa;
va en ello la pena que no quieres afrontar.
Será tarea del rio deshacerse de la suciedad
y proveerte nueva agua limpia.
Será tarea de la realidad limpiar tus penas
y proveerte fuerzas.
Si el río lo hace por ti, haz lo mismo por el río.
Si la realidad lo hace por ti; haz lo mismo por la verdad.