En el arte de amar nunca estuvo
mi cuerpo caliente,ni mi mente
trabajada,ni yo sirviente
lo que conduce al amor que anduvo
en mí poco tiempo.El añadir miedo
no son palabras mayores ese momento
yo poco profesional y ya sin argumento
siguientes los hechos que olieron a pedo.
En el arte de amar su peso es ella
encima mío un mal ya estrellado,
que aporta a mi sentimiento un grado
de inferioridad sexual que me atropella.
Es pues morir en amar algo ya frío
mi crudo destino como para cobardía
lo que se llevó este viento el quedar afonía
ahora,el arte de amar es un desafío.