¡Te tengo!
Un ave nocturna,
cincelando los ecos ajenos,
se anidó en mi ventana,
convirtiendo el cielo en un pentagrama luminoso
trayéndote en cada nota.
No hubo insecto que a través de su diminuto dialecto
no te evocará.
En esta lluviosa sinfonía de ti,
abrazo tus miles de brazos,
beso tus miles de bocas,
te siento mil veces más.
LRL
17-1-2022