Hoy quiero escribirte a ti
mágico duende que habitas
en el refugio de mis sueños,
un lugar escondido y profundo
donde guardo mis secretos.
Quiero decirte que te vi
descubrí tu mágica presencia...
¿Cómo llegaste allí?
¿Acaso yo te abrí la puerta?
¿Fue en una noche de tormenta?
¿Llegaste con las dudas?
¿Llegaste con los miedos?
¿Te trajo la tristeza?
En realidad no importa,
estás ahí y esperas...
¿Qué esperas?
¿Qué te haga alguna seña?
¿Qué te habilite acaso
a darle rienda suelta
a todas tus quimeras?
Mágico duende si supieras...
que ya eres parte de mí
y que te cuelas
por todos los resquicios
de mi alma de poeta,
inspirándole versos
a mi pluma traviesa.
Mágico duende que habitas
ese lugar secreto y profundo
donde sólo Dios llega...
Invítame a ir contigo
a visitar las estrellas
alejándonos del mundo
y todas sus miserias
para ser sólo duendes...
dos mágicas figuras
dibujando corazones
bajo la luna llena.