He estado siempre al margen,porque el margen dibuja la línea de la cordura.
Siempre me ha gustado caminar sobre la cornisa, esperando algún día caer al pozo de la locura.
Pronto emprenderé un viaje, atravesaré media Latinoamérica
en busca de bienestar, en busca de progreso, de oportunidades,
pero todo esto lo veo forzado, como si todo el mundo quisiera que colocara una bolsa en mi cabeza y me asfixie.
yo solo quiero vivir en paz, solo quiero no pertenecer a algo, me duele querer ser huérfano de todo.
La bolsa bien podría ser el sistema, y no hay nada malo con el sistema, por si sólo es inofensivo.
Pero las personas, sus conceptos en realidad son la razón de mi asfixia.
No me da miedo viajar por caminos peligrosos, dónde la muerte acecha a cada paso.
En el fondo me motiva el peligro, en el fondo me emociona la posibilidad de encontrar la muerte en mi cruzada y desaparecer de imprevisto en algún lugar recóndito.
Hace tiempo que no fumo, pero si he de fallecer, me complacería fumarme un cigarrillo, mientras la muerte arrastra mi alma hasta el barco de cristal donde navegaré sobre un cúmulo de estrellas.