Ella fluye lo mismo que un perfume
que desbordan claveles y jazmines;
y con auras de luz, ella presume
de sus claros arpegios de violines.
La penuria del mundo no consume
su ternura de cálidos maitines;
y su esencia divina se resume
a llenar de fulgor nuestros jardines.
Cuando es noble, sincera y generosa
es diamante de excelsa claridad;
pues posee la flama mas hermosa
que destila la lumbre de bondad;
y tejida de forma esplendorosa
ésta perla sagrada es la ¡Amistad!
Autor: Aníbal Rodríguez.