Esta Absurda Gravedad
Que a la Tierra nos sujeta,
Obedece a alguna treta
De este Universo curioso.
La hoja cae de la rama,
El pedregullo al barranco,
Y una lagrima furtiva,
Se desprende cara abajo.
El Asteroide Gravita
Una Elipse en el Espacio,
Más después de cien mil años,
Algún Planeta curioso,
Lo precipita hacia abajo.
No hay Arriba,
No hay Abajo,
Solo hay Espacio Vacío,
Solo Nada, y mucho Frio.
A la Nada Universal,
De una invisible Existencia,
Sumemos un Roquedal,
De Errantes sin procedencia.
De la Galaxia al Planeta,
Del Todo al Nada Absoluto,
Del Agnóstico al Profeta,
De lo Inmutable al Transmuto.
Ya Distantes ya Cercanas,
En Nebulosas Errantes,
Seres con vidas Arcanas,
Formas Humanas... Amantes.