jose l condori c

Ausencia del balde

Ausente las lluvias

las hierbas exprimen la alegría

de las cicatrices ramadas

Angustia por ver el lento goteo.

 

No hay agua en el balde

ni sopa para la noche

solo una vela encendida

por querer domar el acróbata fantasma

y vomitar los manantiales estresantes.

 

La sonrisa de la vaca se apaga

como la flor de su aliento agotado;

deambula enferma

como un barco carcomido y sin agua;

al final el viento borra toda las huellas

como huesos triturados

por el enjambre de los lobos nocturnos.

 

No hay agua en el balde.

La olla sigue vacía junto al plato hambriento,

se quiebran las lágrimas de las cucharas.

Ayer hubo granos de trigos

pero hoy, deshidratados

hasta los polvo ahogados por el agua;

son los nombres olvidados por la historia

pero buscados por el pan de otro lazo,

solo presencia deshabitada

de algunas carroñas indemnes

a las sedientas ballenas

en los buceos de alguien.

Autor: José L Condori