Yo no miento cuando te digo
que mi amor está ardiendo
desde mis entrañas hasta
la punta de mis dedos.
Yo me siento vivo cuando
me quedo viendo tus ojos
como dos perlas del océano
incrustadas en tu rostro.
Yo no miento cuando te toco.
Mentir es dejar al otro ciego,
es clavarle un puñal en los ojos
y dejarlo casi muerto.
Soy sincero cuando te digo
que te quiero, que te vivo
y que te muero y te llevo
como un tesoro dentro mío.
Mi boca te quiere a muerte,
mi boca que a ti sabe:
¿cómo podría no quererte?,
yo no miento y tú lo sabes.
Felicio Flores