Un día seré tuyo
y deseos, miedos y ambiciones cesarán
Un día seré tan absolutamente tuyo
que mis voluntades sólo a ti responderán
¿ Qué espera pudiera honrar mejor su llegada
que la simple reverencia recogiéndose inclinada?
Un día seré tan completamente tuyo
que el silencio en mi se asentará
y ni distracción, ni ruido, ni entretenimiento
serán turbación al hondo sentimiento
que instalado en luminosa firmeza
me resguarda de todo peligro
de toda certeza
Un día seré tan intimamente tuyo
que cada paradoja brillará en su propio Sentido
Anclado el recuerdo y desterrado el olvido
nada se frustra en la visión esencial
si la mirada se postra y la entrega es total
Pido limosna sin rumbo ni meta
ser indigente me hace poeta
De versos que nacen y se saben perdidos
emerge un claro que no pide nada
-la fuerza del ruego encuentra morada-
y aparece un atisbo del Día
de esperanza forjada
entre recuerdo y olvidos