De la noche espero
mis momentos y calores
Recuerdos vienen primero
de sonidos y de olores
Aguardo paciente
saboreando el aire
Está ardiendo en mi mente
el futuro de nadie
Sobre el verde manto sentado
de la madre del suelo
Veo brillar atento
las blancas perlas del cielo
Una brisa fresca
adelanta la ofensiva
Un abrigo se me presta
su calidez es recibida
Su mirada arde
a todos lados me persigue
Con solo pensarte
todo miedo se extingue
La sonrisa es otra llama
que quema igual de fuerte
Ayer o mañana
mi pecho arde al verte
La noche eterna
siempre joven permanece
Aquella tela negra
en ningún tiempo amanece
Donde nacen los sueños
y florece el amor
Donde nadie muere
la tierra sin sol