Hija.
Retumban tus pies descalzos en mis oídos
haciendo magia por los salones
correteando descarada, sin apegos,
sin normas que contengan tu irreverencia
Saltas, con gracia de trapecista,
de los sillones al encanto
con el arte al que le llamas juego
revoloteando graciosa entre mi cabeza y el suelo
libre en tus sueños
plena de carcajadas cual canto
Trazos sobre el papel
crayolas hechizadas dibujando ilusiones
recompensas en abrazos,
besos en las mejillas
Aún tengo el susurro de tus pies descalzos
y guardo el recuerdo de tu sonrisa y tu llanto
aún tengo el meñique atrapado en tu mano
y guardo en mi alma, tu caricia y un te amo