Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
¿Y qué pasará, solo imaginemos,
Qué pasará, si sobrevivimos?
¿Superaremos la tristeza de haber
Llorado ni enterrado a nuestros muertos?
¿Sentiremos la culpa de no ser ellos?
¿Caeremos en el doloroso negacionismo?
¿Estallarán las vísceras con el reclamo?
Y… después de la hiriente Iniciación
¿Cambiaremos? ¿Seres mejores o peores?
En la terrible soldad desoladora del entorno
¿seremos los ciegos tropezadores de muertos?
¡Todo está colapsado!
Desesperación del augurio cumplido
¿Desearemos la inalcanzable muerte?
También se colapsa el sentimiento
De la percepción externa inmensa, grande
Rompiéndose la soberbia ególatra
Expandida en las profundas entrañas
De sentirnos tan grandes,
Y el sentimiento estalla por la pequeñez
Arrogante de lo finito de la vida
En donde los malos seguirán siendo malos
Los buenos seguirán como los buenos
Opuestos que amalgaman a los amorfos
Mayoría resignada y plañidera
Y después de unas horas
¡ya no días, meses o años!
Solamente unas horas, repetir quejumbrosos:
¡Padre, porque me has abandonado!
Tuxtla Gutiérrez, Chis, México, 19 de enero de 2022