Por más de que te vayas
nunca he de olvidarte;
en soledad, fuiste quien más me quiso
aun cuando se me imposibilitaba mirarte.
Por más de que te vayas
nunca he de odiarte;
mi cariño tiene tu nombre grabado
y a la escucha de tu voz,
mi estado cuerdo implora un escape.
Por más de que te vayas
siempre he de imaginarte;
primero, te presentaste al hallarme
ahora soy la última en alejarme
y dejarte.
Por más de que me vaya
siempre has de recordarme;
los encuentros y escritos no fueron vanos,
solo he tratado de crearnos,
de inventarte.