Soportan frío
las flores en la plaza
y están muy serias.
Se muestran mustias
con pétalos cansados
y estremecidos.
Ellas contemplan
el paso de las gentes
para el trabajo.
Mientras las miro
recuerdo aquellos días
de ir a la escuela.
Era pequeño,
y el mundo de la infancia
me cobijaba.
También veía
las flores de la plaza
con otros ojos.
Ahora, me digo,
el mundo es diferente
y hemos cambiado.
Crecen los niños,
se marchan las personas,
pasan los años.
Y mientras tanto
las flores se entristecen
y se marchitan.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/12/21