EL TIEMPO FORJÓ LA ESENCIA
Florecen las sensaciones,
y se marchitan los versos,
cuando se enquista el cerebro,
y merman las emociones,
cuando se enroscan las sombras,
en las luces que destellan,
y siendo más tibio el verbo,
más angostas son las sendas.
Se anuncian fuertes tormentas,
y se revelan pasiones,
se construyen fortalezas,
y trampas como mazmorras,
adornando los rincones,
con voluptuosas apariencias,
siendo así, lo que se muestra,
decorados y tramoyas.
Las suaves notas que bailan,
las verdes hojas que aplauden,
el aroma que se extiende,
en las empolvadas mentes,
la flor que crece y emerge,
y el sonar de las campanas,
que anuncian fuegos que arden,
en campos, montes y alcobas.
Clareando fue la mañana,
en su existencia temprana,
y se fueron deshojando,
margaritas de esperanzas,
cambió de sitio la sombra,
por la luz arrinconada,
y se asomaron al tiempo,
las pupilas encerradas.
Nacen nuevas y otras mueren,
las voces que se levantan,
de sus lechos ancestrales,
y son más claras si claman,
más veraces si reclaman,
lo que al ser le corresponde,
algunas brotan y brotan,
otras al fin desfallecen.
Y en el umbral de la vida,
donde es más ligero el aire,
flotan amores y penas,
danzan risas y canciones,
un ritual que transciende,
secretos que se desvelan,
y tambaleantes certezas,
entre veladas razones.
El tiempo forjó la esencia,
y el amor cruzó la puerta,
se disiparon las sombras,
y se cubrieron las grietas,
con las manos de la tierra,
y así, se curó la herida,
brillando así la existencia.
Angel L. Perez ®
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21/01/2022