Leoness

Ella,…  ¡no se lo esperaba!

Ella apareció tras la valla,

el miedo apoderaba su mente,

la calle, oscura  y sucia,

las luces sin brillo, latían

 

Unos pasos la adelantaron,

impaciente y nerviosa

sentía el escalofrío del miedo,

cogió fuerzas, continuó su camino

 

En el cruce le miraron las chicas

guardianas del sexo nocturno,

exuberantes, intimidantes y

Ella, acelero el paso, presta.

 

La sensación de ser perseguida

hace latir sus sienes, fuerte,

hace calor y suda, y corre

hasta llegar a un rotulo: “club”

 

Alguien le cogió del brazo,

se estremeció y casi lloró, pero

se dio la vuelta y… ¡allí estaba!

su amor recuperado, deseado.