\"Gracias al alfabeto, la escritura cambió de manos\". El infinito en un junco. Irene Vallejo
Hoy tengo palabras para escribir,
lontananza fue un bello obsequio
en mi vieja juventud intrépida,
luego me legaron del allende
noctilucas iridiscencias de antaño
y arreboles de carmín inefable.
Me gustan las palabras, todas,
su lumen y concreción de huevo,
las etimologías semíticas del misterio
y el vergel epistemológico de lo etéreo,
soy fan de la transmutación del aire en grafo
y testigo de su viaje infatigable en el tiempo.
Hoy tengo palabras para vivir
y en gratitud conjurar mi pensamiento,
he recibido esta herencia inaudita
de aedos y bardos, hoy anónimos,
ancestros milenarios a quienes me debo
y busco honrar con estos humildes versos.
Alexander Elías2022